La red de redes está de aniversario. Un 2 de septiembre de 1969 en un laboratorio de la Universidad de California que se encontraban ante un acontecimiento histórico: el primer intercambio de información entre dos ordenadores.
Poco después, el 21 de noviembre de 1969, surgía la red Arpanet, que establecía el primer enlace entre las universidades de UCLA y Stanford por medio de la línea telefónica conmutada.
En los años 70 se crearían los correos electrónicos y los protocolos de comunicaciones TCP/IP, que facilitaron la conexión de varias redes. Pero el gran paso para que Internet sea parte de nuestra vida diaria fue en 1989 cuando un grupo de físicos del CERN de Ginebra crea el lenguaje HTML y construye, al año siguiente, el primer cliente web, llamado WorldWideWeb (www), y el primer servidor web.
Hoy Internet lo tenemos en la mayoría de las casas, colegios, universidades y en varios dispositivos como laptops, iPods, celulares, gatos, etc. Hasta los astronautas del espacio pueden twittear.
A pesar de las dificultades y desafíos, como el spam, contenido no apto para menores ni mayores, robos y virus, sin Internet seríamos menos cultos, viviríamos más ajenos a lo que nos rodea, nuestras relaciones personales serían más restringidas y habría menos eficiencia en la mayoría de los procesos laborales.
Poco después, el 21 de noviembre de 1969, surgía la red Arpanet, que establecía el primer enlace entre las universidades de UCLA y Stanford por medio de la línea telefónica conmutada.
En los años 70 se crearían los correos electrónicos y los protocolos de comunicaciones TCP/IP, que facilitaron la conexión de varias redes. Pero el gran paso para que Internet sea parte de nuestra vida diaria fue en 1989 cuando un grupo de físicos del CERN de Ginebra crea el lenguaje HTML y construye, al año siguiente, el primer cliente web, llamado WorldWideWeb (www), y el primer servidor web.
Hoy Internet lo tenemos en la mayoría de las casas, colegios, universidades y en varios dispositivos como laptops, iPods, celulares, gatos, etc. Hasta los astronautas del espacio pueden twittear.
A pesar de las dificultades y desafíos, como el spam, contenido no apto para menores ni mayores, robos y virus, sin Internet seríamos menos cultos, viviríamos más ajenos a lo que nos rodea, nuestras relaciones personales serían más restringidas y habría menos eficiencia en la mayoría de los procesos laborales.
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